Los últimos seis de los 13 pandilleros «Trinitarios» acusados por el brutal asesinato con cuchillo y machete en una bodega del quinceañero Lesandro “Junior” Guzmán Feliz fueron sentenciados, cerrando uno de los crímenes con mayor evidencia gráfica violenta en la historia de NY.
Fueron sentenciados los últimos seis de los 13 miembros de la pandilla “Trinitarios” acusados por el brutal asesinato con cuchillo y machete en una bodega del quinceañero Lesandro “Junior” Guzmán Feliz, cerrando uno de los crímenes con mayor evidencia gráfica violenta en la historia de Nueva York.
“Nuestro procesamiento contra los 13 acusados involucrados en el asesinato finaliza hoy”, dijo el viernes la fiscal de distrito de El Bronx, Darcel Clark, citada por Daily News. “Sus acciones desmedidas llevaron a la muerte del niño de 15 años… El impactante video viral del ataque dejó a la comunidad de El Bronx, y al mundo, horrorizados ante tal total desprecio por la vida humana”.
El dramático asesinato “por error” fue captado por cámaras de seguridad el 20 de junio de 2018. El viernes, cuatro años y medio después, los últimos acusados fueron sentenciados a prisión en la Corte Suprema de El Bronx por cargos de homicidio involuntario en primer grado.
Danel Fernández, de 26 años, quien se había declarado culpable en diciembre, fue sentenciado a 18 años de cárcel por el juez Ralph Fabrizio. También el viernes Ronald Ureña (33) y José Tavarez (26) fueron condenados a 15 años. Además a Gabriel Ramírez Concepción (30) y Danilo Payamps Pachecho (26) los sentenciaron a 12 años. Dos días antes, Luis Cabrera Santos (29) había sido condenado a 12 años, dijo la fiscalía.
Estos seis sentenciados también cumplirán cinco años de supervisión posterior a la liberación. Los seis acusados se declararon culpables de homicidio involuntario en noviembre y diciembre. Otros siete pandilleros ya habían sido sentenciados previamente en el dramático caso.
Dos cabecillas del asesinato, Diego Suero y Frederick Then, fueron condenados por asesinato y sentenciados en julio pasado a entre 25 años y cadena perpetua.
Jonaiki Martínez Estrella fue condenado en octubre de 2019 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato, tras ser captado en un video de vigilancia clavando un cuchillo en el cuello de Junior.
El quinceañero fue sacado a rastras de una bodega en Tremont y apuñalado entre varios porque aparentemente lo confundieron con otro muchacho. Aún logró correr desangrándose hasta colapsar en un hospital cercano donde trabajaba su madre.
También en octubre de 2019 el asesino José Muñiz, quien cortó a Junior con un machete, y los coacusados Elvin García y Antonio Rodríguez Hernández Santiago fueron sentenciados de 25 años a cadena perpetua. Otro acusado, Manuel Rivera (18), fue sentenciado a 23 años debido a que era menor de edad al momento del crimen.
“Nunca les perdonaré por haber decidido asesinar a mi hijo. Ustedes son y siempre serán un peligro para la sociedad (…) Mi esperanza es que otra familia nunca tenga que vivir con el dolor de perder un hijo”, dijo en octubre de 2019 en la corte el padre de la víctima, Lisandro Guzmán.
The rest of the gang members in the murder of Lesandro ‘Junior’ Guzman-Feliz have been sentenced! #RIPJunior pic.twitter.com/DACQyPjgsE
— Zero Dropped Frames (@zdframes) January 17, 2023
Su madre dominicana, Leandra Feliz, se convirtió en el rostro del duelo y desde entonces estuvo abogando por un proyecto de ley para instalar botones de pánico en todas las bodegas de Nueva York. “Mi hijo ya falleció”, dijo en 2019. “Mataron a mi hijo. Tenemos que proteger a nuestros futuros hijos y nuestra comunidad”.
Al momento del crimen Feliz trabajaba como ama de llaves en la Unidad de Cuidados Intensivos en el Hospital St. Barnabas, el mismo donde su hijo fue declarado muerto.
En Nueva York el interior y los alrededores de las bodegas son con frecuencia escenas de crímenes, tanto robos como homicidios. NYPD ha alertado desde el año pasado por una creciente inseguridad en los negocios y bodegas.
Muchos dueños han optado por reducir los horarios y colocar la mercancía bajo llave ante el alza en los robos en tiendas, farmacias y bodegas, incluyendo ataques mortales a empleados y clientes.