Centenares de oficiales se gradúan este jueves para unirse a las filas del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), pero uno de ellos, el joven Anderson Huerta Guzmán, asciende a esa posición de servicio a los neoyorquinos, con una profunda “herida emocional”, que es un impulso para convertirse en un gran oficial: su primo, Lesandro “Junior” Guzmán quien fue brutalmente asesinado en una bodega de El Bronx, el 20 de junio de 2018, por miembros de la pandilla Los Trinitarios, podría haber estado en este acto de grado. El quinceañero ultimado, cuyo caso conmovió a Nueva York y al mundo, soñaba también ser un oficial.
Hace siete años, cuando esta pesadilla familiar sucedió, ambos formaban orgullosamente parte del Programa Exploradores de NYPD, el cual proporciona una iniciación a una trayectoria profesional en las fuerzas del orden público, o un ámbito afín al sistema de justicia penal.
Este programa concebido para jóvenes de 14 a 20 años, contribuye a consolidar las relaciones entre la comunidad y la policía.
“Muchas veces hablamos, cuando éramos miembros del programa Exploradores de NYPD en la comisaría 45 de El Bronx. Estábamos en los entrenamientos y decíamos que queríamos graduarnos de policías, para ayudar a la comunidad. Yo hoy no dejo de pensar, que él podría estar recibiendo también sus placas. Y esperando saber, a cuál comisaría sería asignado”, comentó Anderson.
Estos jóvenes exploradores se ocupaban de trabajar con la comunidad y borrar los grafitis callejeros que invitaban de alguna forma a la violencia, o eran huellas dejadas por las pandillas.
Hoy el oficial Huerta tiene 22 años. Apenas llevaba un mes de vida de diferencia con su primo. En ese momento trágico, ambos tenían 15 años.