Los clientes que ingresan en Frank Pimentel’s Superfresh, en la calle 149 del sur de El Bronx, están rodeados de una gran variedad de productos y verduras frescas como salidas de una revista. La mencionada exhibición es requisito del programa municipal para llevar mejores tiendas de comestibles a los denominados desiertos alimenticios, donde escasean los minoristas de alimentos saludables.
Asimismo, las exenciones fiscales y otros incentivos del Programa FRESH fueron clave para la decisión de Pimentel de abrir la tienda de 14,000 pies cuadrados en el año 2016. Cuenta con más de 60 empleados, atiende a una base de clientes que casi exclusivamente son afroamericanos e hispanos y está haciendo negocios sólidos.
“La gente realmente se ha educado en lo que respecta a la alimentación saludable, y ya no importa cuál sea su nivel de ingresos”, manifestó.
Pero cerca del 40% de sus ventas se pagan con los beneficios alimentarios federales SNAP, que van a sufrir considerables recortes bajo el proyecto de ley One Beautiful Bill del presidente Donald Trump, lo que afectará no solo a las familias que perderán beneficios, sino también a minoristas como Pimentel de los que depende toda la comunidad.
“Nuestros márgenes son muy, muy bajos, y tendré que tomar medidas para que mi negocio sea sostenible”, agrego. “Esto me va a poner en un aprieto y tendré que despedir a algunas personas”.
Los problemas para los minoristas de alimentos, los dueños y sus prestamistas se reflejarán en toda la economía, al mismo tiempo que los recortes separados a Medicaid afectan al sector de la salud, informó THE CITY.