El presidente Donald Trump ordenó el despliegue militar en la frontera para reducir el cruce de inmigrantes y reforzar acciones contra el tráfico de drogas, pero su decisión ha desatado preocupaciones entre defensores de inmigrantes ante posibles abusos.

La extensión del uso del Ejército tambié preocupa ante la posibilidad de que se extienda esta política en otras partes del país, como ocurrió en Los Ángeles, California, donde incluso 700 marinos fueron desplegados para ayudar a la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en operativos.

Sobre la militarización de la frontera, el Brennan Center for Justice ha advertido sobre las consecuencias y el peligro que las personas pueden enfrentar al cruzar zonas que antes no tenían control del Ejército.

“El memorando de Trump que autoriza esta medida parece tener como propósito eludir la Ley Posse Comitatus, que bajo circunstancias normales prohíbe que las fuerzas armadas federales realicen actividades policiales dentro del país”, dice un reporte del Brennan. “Según parece, el plan es dejar que los militares actúen como fuerza policial fronteriza de facto y que los soldados capturen, registren y detengan a las personas que cruzan la frontera ilegalmente”.

Ha habido casos de personas detenidas y acusadas por ingresar a una zona militar en la frontera, que comprende desde California a Texas, pero que podría ampliarse.

Kira Romero-Craft, abogada y analista del Brennan Center for Justice a mplica en el podcast “El Diario Sin Límites” los riesgos de la militarización de la frontera.

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