La jueza de Los Ángeles Brenda Penny decidió este viernes poner fin a la controvertida tutela que entregó a su padre el control de las decisiones personales y financieras de la estrella del pop Britney Spears por 13 años.

La liberación de Spears parecía inminente. Su abogado, sus padres y las personas designadas por la corte para controlar la tutela habían apoyado públicamente la disolución de dicha disposición legal.

Jodi Montgomery, la tutora que supervisa la vida y las decisiones médicas de la cantante, ha desarrollado un plan de atención con sus terapeutas y médicos para guiarla a través del fin de la tutela y sus consecuencias.

La jueza Penny, sin embargo, no había dado señales claras de lo que decidiría este viernes en la audiencia. Los obstáculos legales o burocráticos, o las preocupaciones persistentes sobre la atención médica o las finanzas de la cantante eran razones que se presumía podían retrasar el resultado.

El padre de la cantante, Jamie Spears, renunció en agosto a la tutoría legal de la cantante tras más de una década de ser el principal responsable de la vida personal y financiera de la artista. Y en septiembre, la jueza Penny le suspendió como encargado del ‘conservatorship’ que había ejercido desde 2008.

El anuncio de Jamie Spears ocurrió a menos de una semana de que él mismo dijera que “no había fundamentos” para que fuera removido del ‘conservatorship’.

En una copia de la declaración del padre, los abogados de Jamie Spears aseguraban que un cambio en la tutela de la cantante podría estar entre “los mejores intereses” de Britney, pero insistían que su cliente había sido víctima de “ataques injustificados”.

Se espera que en diciembre se realice una audiencia para tratar asuntos financieros pendientes que incluyen el pago de asuntos legales.

En Estados Unidos una corte puede otorgarle a alguien el poder de tomar decisiones de primer orden por otra persona si se considera que esta tiene una «capacidad mental severamente disminuida».

Según la ley de California, esto se aplicaría para una “persona que no puede satisfacer adecuadamente sus necesidades personales de salud física, comida, ropa o refugio”.

Aunque Jamie Spears sigue siendo el principal responsable de muchas decisiones importantes de su hija, ha perdido algunas potestades. Sus acciones son supervisadas por la corte.

Entre 2008 y 2019, durante 11 años, el hombre tuvo poder sobre las decisiones importantes de la superestrella y tanto él como su abogado, Andrew Wallet, controlaban su fortuna, de más de 50 millones de dólares. En 2019 su abogado renunció.

Ese control financiero lo comparte con una empresa de administración de patrimonio y para las decisiones personales de la cantante la corte asignó a Jodi Montgomery. Su rol podría terminar este mismo viernes a pesar de que estaba previsto que acabara en diciembre.

En las audiencias del caso en noviembre de 2020, el abogado de la artista, impuesto por el tribunal, dijo que su clienta no quería que su padre, a quien le teme, siga siendo su tutor, y que no volvería a los escenarios mientras él fuera su representante legal.

Spears está bajo la tutela de su padre porque entre 2007 y 2008, tras convertirse en madre, ella empezó a experimentar crisis emocionales públicas, que tuvieron gran espacio en la prensa y las publicaciones de famosos. Una vez llegó a atacar a un camarógrafo que la seguía y en otra ocasión se afeitó la cabeza en una peluquería.

Finalmente, la joven cantante perdió la custodia de sus hijos, que ahora la tiene el padre de los niños, y tras negarse a devolverlos después de una visita terminó ingresada y sometida a un tratamiento psiquiátrico. Un día después, fue puesta bajo tutela.

Sin embargo, han pasado ya 13 años y la cantante sigue en la misma situación legal, con potestades semejantes a las de una menor de edad. Para librarse de esta situación es necesario que demuestre que está capacitada para tomar decisiones por sí misma.

Aunque toda la documentación del caso permanece en secreto, está claro que han sido los problemas de salud mental los que han puesto a la cantante bajo tutela, aunque no se sabe cuáles son ni sus capacidades reales para decidir sobre su vida.

En un documento del caso, el padre de Spears argumentó que su hija sufría de demencia, una de las enfermedades que justificarían una tutela de este tipo a largo plazo. El padre ha argumentado también que ella es especialmente susceptible a personas que se aprovechan de su dinero.

Share.
Leave A Reply

Exit mobile version